Puede que casi todos, alguna vez, nos hayamos sentido víctimas de una situación injusta y hayamos rumiado fantasías de venganza, de reparación. Que hayamos sentido que el mundo conspira contra nosotros, que no hemos sido integrados o reconocidos como merecíamos, sin poder hacer nada contra eso. Pero ¿qué pasa, en el sujeto y en la sociedad, cuando nos instalamos a vivir en ese pozo de odio, celos, envidia y humillación que nos envenena el alma, y nos desresponsabilizamos por completo de nuestra suerte porque la culpa está afuera? ¿Qué pasa cuando la amargura, inevitable en sociedades como las nuestras -que justifican las desigualdades estructurales con la mascarada de la meritocracia-, no encuentra una vía para convertirse en otra cosa y nos paraliza? ¿Cómo hacer para sepultar la amargura y evitar la gangrena del resentimiento, una pulsión que puede habilitar la violencia al punto de amenazar la vida democrática?En este ensayo deslumbrante, la psicoanalista y filósofa Cynthia Fleury nos cuenta las raíces psíquicas de esa caída en el resentimiento tanto individual como colectivo, nos ayuda a entender cómo funciona sobre una base de delirios persecutorios y complotistas, por qué es tan difícil de revertir y a la vez no debe ser minimizado en su capacidad de daño. A partir de su experiencia como analista, explica qué modos podrían ensayarse para sacar a las personas de la inercia mortífera y mostrarles el camino de una vida posible, abierta. Lectora apasionada de Dostoievski y Rilke, Adorno y Fanon, Freud y Winnicott, Nietzsche y Cioran, y a la vez comprometida con el padecimiento que escucha en sus pacientes, Cynthia Fleury nos invita a sumergirnos en el bajofondo de la vida psíquica y a vislumbrar los antídotos con que transformar el desborde del resentimiento para "pasar a otra cosa": allí están los vínculos de amor o amistad, los espacios del cuidado, la militancia, la escritura, los proyectos de trabajo y de lucha, la herramienta del humor.Hoy, cuando todo parece preparado para la llegada de una nueva partitura retrógrada y cuando florecen líderes capaces de interpelar las pasiones más tristes, este libro se vuelve imprescindible e inmensamente iluminador.